

En 1890 fue adquirido por la compañía Mitsubishi, que instaló allí una explotación minera de carbón. Poblada inicialmente por unos pocos miles de obreros, su censo fue creciendo de forma espectacular hasta convertirse en el segundo lugar con mayor densidad de población del mundo (solo superado por la Ciudad Amurallada de Kowloon, de la que hablaremos más adelante). Para alojar a sus habitantes se construyeron bloques de apartamentos, y para su esparcimiento, cines, salones de juego, piscinas... En definitiva, todo lo necesario para que los mineros y sus familias disfrutaran del ocio en aquel reducido lugar. Pero algo se torció.
En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, mucha gente empezó a enfermar, aumentaron los casos de cáncer y también la mortalidad. Empezó a correr el rumor de que el sitio estaba contaminado por la radiactividad (no olvidemos que sobre la cercana Nagasaki cayó una de las bombas atómicas), y aunque esta tesis nunca fue confirmada oficialmente, cada vez más gente abandonó su trabajo allí. Finalmente, en 1971, la empresa decidió cerrar la explotación y la ciudad quedó definitivamente vacía. El Estado japonés compró el islote, y actualmente su acceso está restringido al público

Espero que no os quite el sueño algo saber que en este mundo , incluso en u país puntero de tecnología como japón , las ciudades fantasma puede surjir. Quien sabe igual la nuestra es la siguiente.